En la década de 1960, en Europa, la obra de Jean Thiriart tomó cuerpo a través de un movimiento político transnacional llamado Jeune Europe, con ramificaciones en Bélgica, Francia, Alemania, España, Portugal y contactos en Sudamérica y Australia. En el caso particular de Italia tomó el nombre de Giovane Europa. Este libro nos cuenta la génesis y desarrollo del movimiento desde su nacimiento hasta su disolución, en las postrimerías de 1969. Y no solamente eso, sino que nos habla de la historia de un hombre extraordinario a quien se deben muchas intuiciones que otros movimientos posteriores y de carácter europeísta recogieron en lo sucesivo hasta nuestros días. A él se asocia la adopción de la cruz céltica y el lema Europa, imperio de 400 millones de hombres así como el concepto geopolítico de Eurasia, con el Imperio Eurosoviético de Vladivostok a Dublín posterior. La identificación de Estados Unidos como enemigo principal de los europeos, la necesidad de salir de la OTAN para reconquistar nuestra independencia y soberanía continental o la asunción de la visión nacional-comunista son parte de la original visión revolucionaria del político belga. Hoy, con el avance del globalismo y la articulación de los grandes espacios políticos, preconizados por Carl Schmitt, las teorías de Thiriart recuperan toda su vigencia.